24 de Juliol de 2008

Cuando hace apenas dos meses el FC Barcelona anunció que para la próxima temporada no contaría, entre otros, con los jugadores Deco, Ronaldinho y Eto'o, todos (me incluyo en el cupo) estábamos convencidos de que el club tendría problemas para traspasar a Ronaldinho y Deco por las declaraciones que tanto el presidente como el secretario técnico habían efectuado sobre el comportamiento de los jugadores, pero nadie pensaba que esos problemas existieran para la marcha de Eto'o. Es más, nos imaginabamos que sería uno de los que permitiría que el club ingresase unas cantidades importantes de euros en sus arcas.

Pero pasados dos meses son Ronaldinho y Deco los que se han marchado (eso sí a un precio de rebajas que ni los más pesimistas podían imaginar) y Eto'o sigue en la plantilla, concentrado en pretemporada y sin que exista una mala oferta para su contratación. Y, ¿quién es el culpable de esta situación?. Sin duda el que se apresuró a manifestar que en el club no lo querían, cuando, precisamente, existía alguna oferta interesante para su futuro.

Los clubes interesados están esperando a que se acerque el 31 de agosto (fecha límite para traspasos) al objeto de que el Barça acepte cualquier oferta a la baja y sea otro de los que se vayan habiendo costado mucho más de lo que se pagó por ellos, como es el caso de Deco, Ronaldinho, e incluso Zambrotta.

Si el Barça hubiese esperado a anunciar que tres de sus mejores jugadores no iban a seguir la póxima temporada, seguro que algún club europeo hubiera mantenido su oferta, inluso negociando a la alza, pero las precipitaciones son malas y, si además, desprestigias a tus profesionales es natural que los demás no quieran comprometerse.

El tiempo dira quien tiene razón y los barcelonistas, que deseamos todos los mayores éxitos para el club, esperamos ahora que la temporada 2008-09 no sea la de Deco en el Chelsea ni la de Ronaldinho en el Milan.