21 de Juliol de 2010

Días después del accidente que se cobró la vida de Andrea, la niña de 14 años poco amante de las atracciones de vértigo que había subido al Tibidabo para celebrar el cumpleaños de una amiga, internet sigue siendo el vehículo de expresión de testimonios directos o indirectos de los luctuosos hechos acaecidos el sábado por la tarde. También los perfiles de Facebook de los políticos locales redundan en esta ocasión. Uno de los más activos es el del presidente del grupo popular Alberto Fernández, que incluye la opinión de la madre de un joven que trabajó durante algunos fines de semana en el parque. Esta mujer expresa la sorpresa que le provocó el que, "sin apenas haberle dado instrucciones, él solito (su hijo) el tercer día, estaba llevando una atracción".
El hecho de que en el momento de la caída del Pèndol unas 4.000 personas estuvieran en el parque hizo que muchos usuarios vivieran de cerca lo sucedido. Uno de ellos es el presidente de la Joventut del Teatre de la Faràndula de Sabadell, Quim Carné, que había ido a pasar el día en el Tibidabo con su familia y unos amigos. Carné explica que por la mañana observó que el Pèndol se movía de una manera extraña. ¿Y si se cae?", le comentó a una amiga. Para él fue como una intuición. Nunca había visto un comportamiento parecido de la atracción en sus anteriores visitas a la montaña mágica.
Horas después Quim Carné y sus acompañantes oyeron el golpe provocado por el derrumbe del mástil y se acercaron al Pèndol. La primera imagen fue el hierro caído, un menor que gritaba ayuda, otras dos niñas atrapadas debajo a las que nadie podía ayudar porque no podían mover la máquina.Este testigo encontró un símil entre lo que a partir de entonces se vivió en el parque y la película Titanic. En el filme los músicos continuaban tocando mientras el barco se hundía para que no cundiera el pánico. En el Tibidabo, para evitar el pánico, se decidió no evacuar el recinto y, además, se siguieron vendiendo entradas. Según Carné, la única información que se daba era que la Mina d'Or y el Pèndol no funcionaban. Por lo demás, todo bien. A la salida, Quim y sus acompañantes desaconsejaron a algunos recién llegados la entrada al parque. 

B. Gusi
21-07-2010