22 de Maig de 2013

Wert insiste en la religión cristiana en su LOMCE y otros se dedican a buscar la verdad histórica. Hace unas semanas LLibres de l'Índex publicó el libro JESÚS 3000 AÑOS ANTES DE CRISTO, ensayo preciso, detallado y académico de la doctora Claude-Brigitte Carcenac que argumenta que el Nuevo Testamento fue sobretodo construido a partir de plagios, imitaciones y paralelismos de cuentos y mitos del antiguo Egipto. El gran volumen de detalles e informaciones, fruto de una tesis doctoral previa, ofrecen una lectura densa y argumentada al respecto. Las similitudes entre el faraón y Jesús son abrumadoras por lo que la autora propone que los evangelistas redactaron la mayoría de libros del Nuevo Testamento bajo el influjo de la antigua religión egipcia. Lo que queda claro, y dados los grandes errores de los evangelistas en sus redacciones, es que éstos apenas conocían el territorio y la cultura judía por donde se movió Jesús. A falta de testimonios vivos sobre Jesús a mediados y finales del siglo I, los evangelistas recurrieron a los mitos, cuentos y tradiciones, muchos egipcios, para rellenar los extensos vacíos de la biografía del nazareno. Podría hasta alguno argumentar que Jesús resultó ser una invención histórica, ¿algún racionalista se apunta? Wert seguro que no.