05 de Gener de 2015

Plastas

La irrupción de Pablo Iglesias por Cataluña días atrás ha provocado una erupción de exabruptos típicos del secesionismo más casposo. Aquel que no dialoga, aquel que se cree poseedor de la verdad revelada y que te mira por encima del hombro. El pecado que cometió Iglesias no fue el de venir a Barcelona a vender su mensaje machacón de la casta que campa según él por lo ancho y largo de la piel de toro. No lo fue tampoco por proponer la renta básica universal a todos los españoles, ni por querer adelantar la jubilación a los 60 años, ni por instar al impago de la deuda...ni por tantas de las medidas de los "podemitas" a las cual les están aplicando -como las citadas- aquello de donde dije digo, digo Diego. El problema para el secesionismo hiperventilado no fue que el discurso de Podemos evolucione hacia donde nadie sabe ni que algunos de sus círculos sean auténticos Totum revolutum y torres de Babel. El inconveniente imperdonable fue que no se unió al PUC (Partit Únic Català) y pidió la independencia de Cataluña ya sea mediante lista conjunta, de tres, o de cinco con "folre y manilles". Y para colmo se atrevió a echar en cara al líder de la sección del chavismo secesionista que se abrazara con Artur Mas. ¡Qué descaro! Quina barra! ya teníamos bastante con Albert Rivera y Ciutadans pensarían los del PUC.

La respuesta no se hizo esperar. El secesionismo iracundo mediante, por un lado, con sus habituales muecines apostados en sus minaretes mediáticos bien regados con dinero público y por otro vía redes sociales, empezaron a cargar con las habituales etiquetas las cuales nadan en la indigencia intelectual que algunos ya hemos sufrido simplemente por no seguir al abanderado que cantaba Paco Ibáñez: franquistas, falangistas, colonialistas, facha y como no... el clásico lerrouxistas. Suena ya muy desgastado pero ellos erre que erre.

Miren secesionistas que utilizan cualquiera de estos improperios como falacia (excluyo de este grupo obviamente a aquellos secesionistas que por lo menos intentan argumentar y con los que se puede debatir) para desmontar el discurso de los que no les bailamos el agua: son ustedes, y dicho desde el mayor de los respetos, unos plastas. La razón es que no se puede estar machacando siempre con lo mismo. Sean más originales, evolucionen, salgan del bucle. De veras, me han hecho aburrir el llamado "procés infinit" siempre anclados en lo mismo y siempre descalificando a su adversario con los mismos calificativos. El querer vincular a los contrarios a la secesión como gente de extrema derecha es de una estupidez supina que ya les deja a ustedes bien retratados. La idea que tienen ustedes, los del secesionismo cansino o plasta, de querer formar también un partido único no independentista donde estaría todo aquel que no comulgue con sus ruedas de molino es disparatada, simplista, en cierto modo pueril y no se aguanta empíricamente.

Yo entiendo el nerviosismo de esta facción del secesionismo. El "procés" ha muerto. Ustedes que durante el 2014 jugaban al ataque porque era su año mágico, ahora que se acabó, ahora que el hastío sobre la secesión se ha hecho patente incluso en las encuestas del Govern, ahora ya no les queda más remedio que jugar a la defensiva hiperbolizando aún más su victimismo o utilizando sin vergüenza alguna consignas para calificar, como citaba en el párrafo anterior, de ultra totalitario quien no apoye la independencia. Siguen cayendo en el error pues escaso resultado, y a la vista está, les ha dado este discurso hasta el día de hoy.

Con todo, lo que se demuestra es que el secesionismo ha fracasado en su intento de hacerse con los votos del que un día fue considerado cinturón rojo de Barcelona, allí donde el PSC un día fue alguien. Entre Ciutadans y Podemos han entrado con fuerza en una zona clave del mapa electoral catalán sin los complejos frente al nacionalismo (de momento porque los de Iglesias en cualquier momento pueden volver a cambiar de rumbo miren si no su secretario general en Barcelona que no se sabe si es carne o pescado) que han mostrado históricamente PSC e ICV-EUiA y que por lo que se ve en las encuestas les relega a la cola de los resultados.También han entrado con fuerza recogiendo el malestar con lo que el PP ha significado estos años. En consecuencia, ni CIU, ni el canal en castellano de ERC -Súmate- ni la propia ERC ni siquiera las CUP han logrado introducirse y abrirse hueco en el área que decanta cualquier balanza electoral en Cataluña. De ahí el malestar, el dolor de estómago del secesionismo más delirante: se les ha pasado el arroz de tanto "fer bullir l'olla" y a falta de soluciones siguen tirando de sus tópicos ya descritos anteriormente. Para muestra un botón: Jordi Turull calificando el discurso de Podemos en relación a Cataluña como casposo. Miren que el discurso de Podemos se le puede acusar de muchas cosas, algunas descritas al inicio de este artículo, pero para Turull y los de su cuerda nada más importa que su monotema. En fin, nihil novum sub sole de los "estelados".

Hay vida más allá del finado "procés". El hastío y la indiferencia de muchos catalanes ante él es evidente. Parafraseando aquel refrán: que el "procés" no nos impida ver el bosque. Un bosque calcinado en forma de deuda monstruosa, inactividad legislativa, chapuzas administrativas, corrupción institucionalizada, presupuestos sin aprobar y demás desdenes que nos ha dejado el Govern de Mas apoyado por ERC y por todos aquellos que hicieron del monotema, un modus vivendi para tapar sus carencias. Culpables todos de prorrogar años perdidos en Cataluña que vienen de hace más de una década. Ya lo estamos pagando.

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