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15 de Maig de 2014

Mis diez años de militancia abstencionista finalizarán el 25 de este mes. El P-Lib me impulsa a votar en estas elecciones europeas y por primera vez podré hacerlo por una opción netamente liberal. Hacía diez años que no pisaba tanto acto político seguido y debo confesar que estoy algo embriagado por recuerdos de unos tiempos en los que me implicaba en política más allá de azotar liberalmente en Twitter. Empecé el fin de semana pasado acudiendo al acto central del P-Lib Catalunya en Sagrada Familia, pero me quiero centrar en la mañana del miércoles que tuvo un marcado acento izquierdista y fue así.

Hace unos días recibí invitación para ir al desayuno coloquio que Maurici Lucena protagonizaba en el marco del Fórum Europa Tribuna Catalunya. Este político poco partitocrático, de oratoria natural y gesto independiente fue merecedor de elogios por mi parte hace un tiempo en E-Notícies. Sigo pensando como relaté, pero debo constatar que Maurici en el Palace ha mostrado un giro izquierdista apuntándose a la moda Piketty. Lucena, de perfil social-liberal, se apunta aunque con tono tímido, a algunas de las recetas fiscales confiscatorias que el economista francés anda pregonando. Siento pavor ante la posibilidad de que la política profesional esté moldeando a Maurici en un sentido más zurdo.

Recomiendo la lectura de "Los errores de Piketty" de Antonio España para entender mínimamente de qué va el asunto. La idea central de Piketty es que la desigualdad social se agudiza cuando los retornos del capital son mayores que el crecimiento de la economía. Piketty entiende que ciertos niveles de desigualdad son perjudiciales para el crecimiento y entroncando aquí con la tesis tradicional socialdemócrata nos sugiere cosas como un impuesto global a la riqueza. Paradójicamente, como escribe Juan Rallo, Piketty se carga uno de los postulados principales de Marx y Keynes: que el capital tiene tendencia a rendimientos decrecientes.

Pero a lo que iba. Uno se acostumbra a las contradicciones humanas. Pero aún sorprende que destacados miembros de la socialdemocracia se sumen con activismo a denunciar las desigualdades económicas en general, si tenemos en cuenta que se pasan el día -con Schulz a la cabeza- reclamando que "el BCE haga como la Fed".

A estas alturas todo el que tiene ojos en la cara ve que la expansión monetaria practicada por los bancos centrales sirve para formar grandes bolsas de liquidez que acaban traduciéndose en inflaciones de activos financieros y no en crédito privado -al menos a corto plazo- por exceso de sobreendeudamiento de los agentes. Véase Wall Street en máximos históricos o los bonos soberanos (respaldados por la regulación) cotizando como si la situación de la deuda pública hubiese mejorado. Para comprobar lo que digo basta haber trabajado en los mercados durante estos tiempos de QEs de la Fed y haber visto cuál es la reacción ante la simple expectativa de un programa de compra de bonos. Por cierto, ahora pendientes en Europa de que el BCE haga un QE a la europea presionado por todas partes. Un BCE ni tan independiente, ni tan germano como dice el tópico. Obviamente estos burbujismos benefician más a las grandes fortunas que a las clases asalariadas que son menos tenedoras de activos financieros. He ahí mi sorpresa y la contradicción de la socialdemocracia con su retórica anti desigualdad. Por supuesto la gran beneficiada de esta política monetarista es la gran banca que así mejora sus balances y se quita deuda basura de encima gracias al dinero de todos.

Volviendo al Palace, en la mesa de delante tenía a Narcís Serra, Antoni Castells, Maite Costa y personas del ambiente profesional en el que se ha movido Maurici Lucena que por cierto, citó de nuevo a Solchaga como uno de sus mentores. Estamos acostumbrados a contradicciones resultonas practicadas por esta beautiful people del "socialismo" pero es más resultón aún que a estas tesis se sume una izquierda radical como la que lidera Alberto Garzón. Doy por hecho que lo hace sabiendo que la mayoría de su electorado no domina la cuestión. Esto lo denunciaba hace unas semanas en "#ElBuenProgre no es un hombre de paja". ¿Qué es más inquietante que Izquierda Unida defienda la política monetaria de la Fed o que la Fed practique la política monetaria de Izquierda Unida?

Acabó el desayuno y alejándome de la beautiful people socialdemócrata me acerqué a esta izquierda más radical para completar mi mañana de miércoles y puse rumbo a la sede de CCOO habiendo intuido que Narcís Serra está muy preocupado por la desigualdad social creciente, como muchos otros gestores de las sociales cajas parapúblicas rescatadas también socialmente...

A las 12:00 llegué a la sede de CCOO. Con un público sindical, se trató de un coloquio de candidatos catalanes a las elecciones europeas: Ramón Tremosa (CiU), Josep Maria Terricabras (ERC), Esther Niubó (PSC), Fernando Sánchez Costa (PPC) y Ernest Urtasun (IU-ICV) que al llegar me confesó que el primer cara a cara en temas europeos lo tuvo conmigo en 2005, otros tiempos... Nueve años sin verle en persona.

Después de intervenciones muy breves sobre temas centrales de la campaña se abrió un turno de preguntas. Y consciente del perfil del público planteé la cuestión a la izquierda de la mesa en estos términos: "Para las izquierdas. Me resulta curiosa su posición respecto a lo que según ustedes debe hacer el BCE: inyectar liquidez, monetizar deuda, "hacer como la Fed", etc. Teniendo en cuenta que estas políticas generan inflación de activos, subidas de las bolsas, burbujas en bonos como las que estamos viendo y que esto obviamente hace que los ricos sean más ricos, ¿no es contradictorio con su habitual crítica a la desigualdad?" Ramón Tremosa parecía encantado con la cuestión, afirmaba con la cabeza, mientras Urtasun andaba tramando la respuesta. Igual que Terricabras. La izquierda acusada de querer hacer más ricos a los ricos en la sede de CCOO.

La respuesta por parte de ambos fue: Venezuela. Jajaja. No, no fue así, pero es la traducción que he hecho. Urtasun, economista de formación, primero puso en duda que la expansión monetaria provoque inflación de activos, pero como eso ya no cuela lo hizo con la boca pequeña -pues lo afirma el mismo Alberto Garzón, lo admiten implícitamente cuando reclaman medidas antideflacionistas y la literatura que justifica la expansión monetaria dice que la intención es cambiar las expectativas de los agentes-. Vista la debilidad de esa posición negacionista, rápidamente pasó a decir que él no intervendría directamente en el mercado secundario comprando bonos a los tenedores, sino que iría al mercado primario, es decir, prestaría directamente a los estados. Así, según él, evitaría la inflación de activos que hace más ricos a los ricos. Terricabras se limitó a apuntarse a la respuesta de Urtasun y añadió que los préstamos del BCE deberían hacerse directamente a proyectos productivos que estarían bajo la cobertura de la Agencia Europea para la Industrialización que ERC defiende. Vino a mi mente una política industrial pública similar a la sufrida en infraestructuras. Lógicamente, yo no tenía turno de réplica. Como se ve: Venezuela.

Primero decir que lo dicho por Urtasun sobre monetizar directamente en el mercado primario no es lo único dicho por Izquierda Unida que anda reclamando también que "el BCE haga como la Fed", es decir, comprar bonos de todo tipo en el mercado secundario. O sea, otra manera de socializar las pérdidas de la banca. Pero siguiendo con su respuesta, hay que destacar que, para evitar la inflación de activos que beneficia a los grandes del mercado, Urtasun y Terricabras nos proponen directamente una inflación de precios. Que el Estado consuma (sin aparente límite más que los ceros que caben en una anotación en cuenta) y que las insolvencias de la economía se sostengan imprimiendo, esta es la base de toda su receta. Que como se ha visto en Venezuela también acaba generando una enorme apreciación de activos, la bolsa de Caracas fue el mercado de valores que más se revalorizó en 2013, un 480%. Y es que las grandes fortunas ante la inflación y devaluación encuentran refugio en los activos bursátiles, divisas, materias primas, etc. Enorme desigualdad social es que los ricos puedan refugiarse y que los más humildes soporten las alzas de precios que la zurda más populista provoca en el supermercado. Luego llega la represión económica, la escasez y en fin, lo que ya sabemos.

El día que la mayoría honesta del electorado de izquierdas descubra todo esto, se nos hace fan de Ron Paul... Además de descubrir esta contradicción de sus líderes, ayudará que contrasten algunos mitos. Como que más gasto público reduce la desigualdad social, a saber: en España la desigualdad ha crecido al mismo tiempo que lo hacía el sector público, como el fracaso educativo conforme crecía el gasto. Y convendremos en que el fracaso formativo es una de las causas de desigualdad social. Tremosa, en el mismo coloquio, citó a Germà Bel para denunciar que los países con mayores déficits públicos son los que han visto aumentada su desigualdad. La izquierda obvia demasiado los incentivos perversos que se acumulan en toda estructura estatal, en mayor o menor grado, según diseño institucional. Y mienten los que dicen que a los liberales no nos preocupa la desigualdad, sí nos preocupa la que surge del Estado hiperfacultado para repartir privilegios legales. Justo lo que ha sucedido con esa casta llamada boliburguesía surgida al calor de los favores políticos del Gobierno Bolivariano.

Votaré al P-Lib, precisamente para avanzar en la supresión de privilegios legales que generan desigualdad, por ejemplo, los concedidos por la banca central a la banca comercial convirtiéndola en un sector empresarial de excepción amiguista. Votaré al P-Lib para poner límites al préstamo de última instancia del BCE que sostiene este modelo bancario a costa de todos. Votaré al P-Lib para acabar con las leyes de curso forzoso y la manipulación política del dinero y del crédito que es donde está el origen de esta crisis de deuda, lejos de estar en un mercado libre que no existe en un sentido monetario. Si un monopolio público y centralizado controla cantidad y precio del dinero, el cual es la materia prima del comercio, decir que la crisis de deuda es fruto de la desregulación es una broma pesada.

Mi miércoles con las izquierdas acabó en Olla de Grills de TV de Badalona escuchando a Javi López (número 6 del PSOE) reclamar relajaciones en los objetivos de déficit, ¿más aún? No cumplimos ni los objetivos ya relajados y hay que recordar mucho que España tiene el mayor déficit primario de la UE. Luego no quieren depender de los mercados.

@AzoteLiberal en Twitter

 

 

 

 

 

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