13 d'Abril de 2011

Europa a la cola

Europa a la cola

Europa transita hacia la cola del mundo. Quienes seguimos de cerca, en su momento, la crisis asiática de 1997 y 1998 no podemos dejar de ver coincidencias, desde un punto de vista de la comunicación, entre aquella crisis y la actual crisis de la deuda soberana europea. Los hechos económicos son distintos pero en los medios el tratamiento y la temporización de los acontecimientos se parecen estremecedoramente. En verano de 1997 estalló la crisis y el detonante fue la devaluación del Bath (moneda de Tailandia), aquello tuvo un contagio en la región y provocó devaluaciones en todos los emergentes. Llegó también a Latinoamérica. Y ahora en 2010 se habla de Europa como en aquel momento se hablaba de los emergentes: rebajas de calificación, riesgos de impago, crisis en el mercado de divisas y rescates del FMI. Las mismas expresiones que se mencionaron en Asia en aquellos años se aplican ahora al caso europeo. Ahora Tailandia se llama Grecia. ¿Y qué trascendencia histórica puede tener esta coincidencia? Pues, que puede ser el síntoma mediático de algo sustancial y fundamental que está pasando. Que el liderazgo mundial ya no estará en un complacido occidente que no puede sostener su gasto porque básicamente no es competitivo, ante unos emergentes donde sus gentes tienen como prioridad: el sacrificio, el trabajo, el ahorro, la inversión y la prosperidad. Pronto Europa estará durmiendo cuando las grandes decisiones económicas del mundo se estén tomando y no sólo por una cuestión horaria. Las decisiones se tomarán fundamentalmente en el eje del pacífico y eso solo nos tiene que hacer plantear una decisión: ¿vamos a hacer algo para ser mejores en el terreno económico, del trabajo y el conocimiento?, ¿o vamos a seguir manteniendo nuestro modelo de bienestar hedonista en base a la deuda y el déficit? La respuesta a estas preguntas está en las mismas y eso suele suceder con las evidencias.