31 de Desembre del 2009

Desafección

Los políticos se sorprenden y se quejan de la desafección de los ciudadanos hacia la política. Es decir, no se limitan a constatar esa indiferencia ciudadana hacia su actividad, sino que parece que no les gusta.

En realidad, que los políticos se sorprendan y se quejen de la desafección, es como si los ladrones se sorprendieran y se quejaran de que la policía los persiga y de que el código penal tipifique su actividad como un delito.

Los políticos, la política, las elecciones, todo este gran circo, se han convertido, de hecho, en una industria, en un negocio. Los profesionales de esta industria fabrican leyes y falsedades -viene a ser lo mismo-  y recogen unos beneficios. Muy cuantiosos, por lo demás.

Después de todo, lo que llamamos corrupción política es sólo un malentendido. Grande, gigantesco, si se quiere, pero un simple malentendido. La industria...

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18 de Desembre del 2009

13-D: Això és tot?

Felipe González va plantejar un dia la diferència entre l'opinió pública i l'opinió publicada. És a dir, entre el soroll mediàtic i la realitat. Entre el que domina l'actualitat dels mitjans de comunicació i el que domina l'actualitat del carrer.

Aquesta diferència ha tingut un exemple perfecte en la jornada de consultes independentistes del passat dia 13. S'ha produït una diferència molt considerable entre l'opinió pública i la publicada. I aquesta vegada, en l'opinió publicada es podria incloure perfectament la majoria de la classe política catalana.

El problema de tota aquesta història no el resultat, no és la participació, no és l'abstenció, no és el vot afirmatiu o el vot negatiu. El problema és d'expectatives, d'esperances i de decepcions.

L'expectativa que els mitjans -l'opinió...

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04 de Desembre del 2009

¿Es Zapatero sostenible?

El último invento del inefable presidente del Gobierno es una ley que él llama "de economía sostenible", y que es un despropósito de tal calibre que incita a que nos preguntemos si es él, el presidente, quien es sostenible o no.

Este hombre, con su vacía grandilocuencia, su optimismo sin causa y su enciclopédico desconocimiento de la realidad, ha descubierto que la economía de un país puede cambiarse por una ley.

Es decir, parece creer que él puede cambiar el sistema económico español, ese que hasta hace dos días nos había colocado, según nuestro presidente, en la Champions League de la economía mundial.

Como parece que no estamos exactamente en la Champions League, sino en pleno desastre, y cayendo, ahora Zapatero ha decidido cambiar toda la economía española. Y lo hace con una ley.

No...

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